La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, ha renunciado definitivamente a aplicar los copagos en el transporte no urgente en ambulancia, las prótesis y los dietoterápicos. Según fuentes de su departamento, esta decisión fue tomada en diciembre pasado, es decir, antes de conocerse el informe del Consejo de Estado que cuestiona el ahorro que se conseguiría si se cobrara por el transporte sanitario no urgente. “No vamos a pedir nuevos esfuerzos a los ciudadanos”, confirmó posteriormente Mato durante una reunión del pleno del Consejo Asesor de Sanidad.
Estos tres copagos ya se contemplaban en el Real Decreto Ley 16/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes para la sostenibilidad del sistema sanitario, el mismo que limitó el acceso a la sanidad a los inmigrantes en situación irregular y que estableció que, por primera vez, los jubilados iban a tener que pagar por sus medicinas (el 10% con topes de 8, 18 o 60 euros en función de la renta). Ahora, según estas mismas fuentes, el departamento que dirige Mato considera que ya no es necesario aplicar estos tres copagos, puesto que se ha conseguido el ahorro esperado con el resto de medidas.
El Real Decreto Ley 16/2012 del 20 de abril de medidas urgentes para la sostenibilidad del sistema sanitario abrió la puerta a los copagos en Sanidad.
Por primera vez, los jubilados (los trabajadores en activo ya copagaban al recoger los fármacos en la farmacia) iban a tener que pagar por sus medicinas (el 10% con topes de 8, 18 o 60 euros en función de la renta).
El 16/2012 también limitó el acceso a la sanidad a los inmigrantes en situación irregular y avanzó que los enfermos iban a tener que aportar una parte del coste de las prótesis, los dietoterápicos y el transporte sanitario no urgente.
Una resolución del Ministerio de Sanidad de septiembre pasado estableció un nuevo copago no previsto en el RD 16/2012: los fármacos de dispensación hospitalaria iban a costar al paciente el 10% del precio del envase, con un tope de 4,2 euros.
El ministerio pretendía cobrar cinco euros por cada trayecto en ambulancia (con límite mensual en función de la renta) de pacientes que, por ejemplo, acuden a diálisis o a rehabilitación; no en caso de transporte urgente.
Un informe del Consejo de Estado, fechado en noviembre pasado, pero conocido la semana pasada, pone en duda el ahorro que Sanidad espera conseguir con la medida. Básicamente dice que el coste de poner en marcha un sistema de cobro a los pacientes puede ser incluso mayor que lo que se recaude. Además de las ambulancias, Sanidad también se planteó el copago en las prótesis (desde sillas de ruedas hasta bastones o implantes) y el de los dietoterápicos, productos especiales que consumen enfermos con trastornos metabólicos complejos o que necesitan nutrición enteral.