La Asociación Española de Esclerosis Múltiple (AEDEM-COCEMFE) reclama que se reconozca automáticamente el 33% del grado de discapacidad con el diagnóstico, puesto que “permitiría el acceso a prestaciones y recursos que mejorarían significativamente la calidad de vida de las personas con esclerosis múltiple”.
Así se refleja en el manifiesto emitido por AEDEM-COCEMFE con motivo del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple, que se celebra hoy, y en el que también reivindica un “mayor apoyo gubernamental a la investigación de la esclerosis múltiple”, así como poder acceder a “un tratamiento rehabilitador integral, personalizado, gratuito y continuado, en todas las comunidades autónomas”.
Asimismo, reclama equidad en el acceso al tratamiento farmacológico que precise cada persona, en todas las comunidades autónomas y en todos los centros hospitalarios; mayor compromiso de los empresarios en las adaptaciones de los puestos de trabajo y el cumplimiento del 2% que exige la legislación en la contratación de personas con discapacidad, y más apoyo hacia las familias, porque “son las principales cuidadoras de las personas con esclerosis múltiple”.
Por último, pide al Ejecutivo que lleve a cabo campañas para informar a la sociedad sobre esta enfermedad para así conseguir mayor sensibilización y solidaridad por parte de esta hacia las personas con esclerosis múltiple y sus familiares.
50.000 euros a investigación
Por otro lado, AEDEM-COCEMFE remarcó que participa en la investigación de la molécula AP-1 con una donación de 49.380 euros al Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC para el proyecto ‘EYEBRAIN’, que pretende demostrar que mediante la Tomografía Ocular Óptica (OCT) se puede determinar, de forma sencilla y cuantificable, el grado de remielinización tras el tratamiento de AP-1.
De confirmarse, este proyecto llevado a cabo por el equipo de la doctora Ana Martínez, el doctor Fernando de Castro y el doctor Enrique de la Rosa proveería de una buena herramienta a los/as neurólogos/as para el seguimiento del tratamiento.
La AP-1 es una pequeña molécula, nacida en un laboratorio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que ha mostrado un perfil de eficacia similar a ciertos fármacos inmunomoduladores, pero con una propiedad única hasta el momento, su capacidad remielinizante.
Por tanto, se trata de un candidato a fármaco que podría revolucionar el tratamiento de la esclerosis múltiple en sus variantes remitente recurrente y primaria o secundaria progresiva, ya que, al tener efecto antinflamatorio, neuroprotector y remielinizante, sería el primer fármaco que atendiese a todos los aspectos patológicos de la enfermedad.