La Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (FNETH), entidad miembro de COCEMFE, y la Fundación Más que Ideas han presentado el informe “Percepción Social de la Hepatitis en España” en el que destacan como principales conclusiones el preocupante desconocimiento y la falta de concienciación social sobre la hepatitis C que obstaculizan su erradicación y potencian la estigmatización de los pacientes.
Tal y como han explicado sus promotores, el informe se ha realizado para analizar el grado de conocimiento de la población acerca del virus de la hepatitis C y las actitudes potencialmente estigmatizadoras hacia la enfermedad a fin de identificar las áreas de intervención prioritarias para el control de la patología, que han resultado ser la prevención, el diagnóstico y el estigma.
Según dicho informe la mitad de la población desconoce las vías de transmisión de la patología, y al menos un 20% cree que puede contraerse a través de la tos, un estornudo o un beso y un 85% sabe que puede detectarse con un análisis de sangre, pero sólo uno de cada cinco se ha realizado la prueba.
Asimismo, destaca también que una de cada cinco personas no contrataría ni conviviría, o intentaría evitarlo, con un afectado por hepatitis C y un 30% y un 40% de los encuestados no asocia la hepatitis C con la cirrosis y el cáncer de hígado, respectivamente, y sólo uno de cada cinco sabe que no existe vacuna.
“Valoramos muy acertadamente este tipo de iniciativas, pues ayudan tanto a los pacientes como a las asociaciones de pacientes a conocer más y mejor aspectos fundamentales de la hepatitis C”, ha declarado la presidenta de FNETH, Eva Pérez, señalando las demandas más importantes para los afectados: “La primera, por fundamental, es la curación, por lo que hemos trasladado a las autoridades sanitarias la necesidad de tratar a los pacientes diagnosticados con los nuevos AAD, que desde finales del 2014 están incorporados en nuestra cartera de medicamentos”, ha señalado Pérez, reclamando “campañas explicativas que hagan hincapié en los aspectos preventivos y trasladen con claridad las vías de contagio de la patología” y la “eliminación de todo atisbo de estigmatización o discriminación, realizando para ello esfuerzos explicativos sobre cómo se transmite la enfermedad”, y haciendo también un llamamiento a la generosidad de los ciudadanos para la donación de órganos.
Por su parte, el presidente de Más que ideas ha coincidido en que “el estigma afecta a muchas personas con hepatitis C y hemos podido comprobar cómo estas actitudes estigmatizadoras están relacionadas con el desconocimiento en torno a la enfermedad”. “Por ello -ha añadido Diego Villalón-, es necesario que las autoridades sanitarias, la comunidad científica y la sociedad civil nos unamos para promover iniciativas educativas y de concienciación que transmitan la realidad de esta enfermedad, conciencien para evitar situaciones de discriminación y desmitifiquen muchas de las ideas preconcebidas que tiene la población sobre la hepatitis C”.
La falta de información sobre esta patología afecta también a su prevención, ya que sólo una de cada cinco personas sabe que no existe vacuna, y la mitad desconoce que tener o haber tenido los tipos A o B de la enfermedad no protege de la hepatitis C.
Así, aumentar el nivel de conocimiento social en torno a los factores de riesgo y los hábitos preventivos, a través de campañas de prevención y concienciación que ofrezcan recomendaciones prácticas para reducir los riesgos de transmisión, figura entre las propuestas más urgentes. Igualmente, es prioritario mejorar la información sobre la enfermedad para que la población detecte sospechas de posibles transmisiones, así como favorecer el acceso a pruebas diagnósticas, para optimizar la detección de casos ocultos.
Por último, el documento pone de relieve la necesidad de implementar acciones que propicien una mayor visibilidad y conocimiento de esta enfermedad y un uso más apropiado del lenguaje y de los mensajes que se trasladan desde los diferentes estamentos sociales para reducir las actitudes estigmatizadoras, y de dar respuestas integrales y continuadas a las demandas específicas de las personas con hepatitis C que conviven, además con otras patologías, favoreciendo el acceso a una asistencia sanitaria de calidad y participativa.
Y es que, como ha indicado Juan Andrés Ligero, Juan Andrés Ligero, profesor asociado del Departamento de Análisis Social de la Universidad Carlos III de Madrid y director de Means Evaluación, empresa copartícipe del informe, “el estudio demuestra que las condiciones y conocimientos previos influyen en las conductas preventivas y, por lo tanto, en la salud”. “También pone de manifiesto que las intervenciones en los grupos tradicionales de riesgo han funcionado”, ha añadido el director de Means Evaluación, destacando como dato significativo de la investigación “la existencia de otros claros grupos de riesgo, como la población mayor de 55 años o con menor capital cultural”, en los que considera que deben focalizarse las políticas preventivas y de atención sanitaria.