Más del 60% de los y las jóvenes con discapacidad está en paro a día de hoy, según el ‘Informe Olivenza 2017, sobre la situación general de la discapacidad en España’, editado por el Observatorio Estatal de la Discapacidad y promovido por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e igualdad, a través de la Dirección General de Políticas de Apoyo a la Discapacidad y el Real Patronato sobre Discapacidad, la Comunidad Autónoma de Extremadura, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), y la Universidad de Extremadura. Un estudio de 662 páginas en el que se han analizado aspectos que afectan a la discapacidad y que van desde los cambios normativos al mercado laboral al gasto público en este sector, pasando por el reparto de prestaciones sociales o cómo ha afectado y afecta la irrupción de las nuevas tecnologías a este grupo social.
El documento eleva a 1.774.800 el número de personas con discapacidad en edad activa que hay en España actualmente, lo que en términos porcentuales supone un 5,9% de la población. En este cómputo se han tenido en cuenta personas de entre 16 y 64 años con una discapacidad oficialmente reconocida de un grado igual o superior al 33% y casi 400.000 pensionistas de la Seguridad Social que tienen reconocida una pensión por incapacidad.
La investigación pone de manifiesto una cuestión reivindicada desde hace tiempo por la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE) y que tiene que ver con la escasa y siempre difícil incorporación al mercado laboral de las personas con discapacidad. Concretamente, el Informe Olivenza habla de “un colectivo poco integrado” en el mercado trabajo, hasta el punto de que solo una de cada tres personas con discapacidad es activa laboralmente. En total, 1.173.000 de las 1.774.800 personas con discapacidad que hay en España están en el paro. En comparación con los datos de desempleo entre la población en general, la diferencia es del 44%.
Los datos empeoran cuando se habla de un colectivo, dentro de este grupo social, que se encuentra entre los considerados binomios de multidiscriminación (discapacidad + mujer, discapacidad + psíquica): los y las jóvenes con discapacidad. Con una tasa de abandono escolar del 43,2% (18 puntos más que la población en general), el porcentaje de jóvenes con discapacidad alcanza el 63,5%, cifra que según el informe pone de manifiesto “la complejidad que define el binomio juventud y discapacidad para la integración laboral”.
En este sentido, el estudio desvela una tendencia cada vez mayor a la temporalidad en el mercado laboral, donde la situación actual es considerada precaria. Según las investigaciones realizadas para elaborar el documento, en 2016 se realizaron 268.160 contratos a personas con discapacidad, pero solo 126.225 accedieron al mercado laboral. Es decir, cada persona fue contratada una media de 2,12 veces. Las mayores tasas de empleo se registraron en Madrid y País Vasco, y las más bajas en Galicia y Extremadura.
A lo largo de todo el análisis, el Informe Olivenza, en la misma línea que COCEMFE, destaca la importancia y necesidad de la formación como variable para acceder al mercado laboral y, por tanto, necesaria para acortar distancias con la población general.