Un total de 112 deportistas con discapacidad participarán el 29 de julio en la XXV Edición del Descenso del Sella Adaptado, que este año celebra su 25 aniversario desde que la Escuela Asturiana de Piragüismo tuviera la iniciativa en el verano de 1994.
La prueba, que se desarrolla una semana antes del Descenso Internacional del Sella, está organizada por la Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad Física del Principado de Asturias (Fedema), la Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad Física (FEDDF), entidad perteneciente a COCEMFE, y el Real Patronato sobre Discapacidad.
Todos los participantes utilizarán piraguas K-2, embarcaciones especialmente diseñadas por la Escuela Asturiana de Piragüismo que, por ejemplo, incorporan respaldos específicos para facilitar el descenso a las personas con lesión medular.
Durante el descenso, cada embarcación está ocupada por razones de seguridad por una persona con discapacidad física y otra sin ella, pudiendo de todos modos ir dos deportistas con discapacidad juntos/as, siempre y cuando su discapacidad lo permita.
En función de la discapacidad de cada deportista, se establecen dos categorías de competición: la A, que agrupa a aquellas personas participantes con discapacidades más leves (78 deportistas); y la B, con la presencia de personas usuarias de silla de ruedas, sobre todo personas con lesión medular (34 deportistas).
La salida desde Arriondas pone comienzo al tramo no competitivo (unos 11 km), que llevará a quienes participen hasta la revuelta conocida como La Uña, a la altura de Llordón, lugar donde se realiza una parada técnica y avituallamiento para dar paso a la salida oficial del tramo competitivo (5 km), que llevará a los deportistas hasta la meta, situada en el puente de Feve, en Llovio (Ribadesella).
Un año más, bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) se suman al desarrollo y organización del XXV Descenso del Sella Adaptado, prestando sus servicios para la cobertura de prevención y seguridad de la prueba.
En el dispositivo participarán más de 60 efectivos, entre bomberos/as y voluntarios/as de protección civil que vigilarán los 18 puntos más conflictivos del recorrido e irán equipados/as con equipos de neopreno y material de rescate.
A los medios terrestres se sumará un helicóptero medicalizado que, tras vigilar la salida de las piraguas, trasladará su base habitual en La Morgal al helipuerto de Cangas de Onís para atender cualquier posible emergencia.
Por último, a la llegada a Llovio, todas las personas participantes tendrán a su disposición transporte adaptado para regresar a Arriondas, en cuyo polideportivo municipal tendrá la entrega oficial de trofeos, así como una comida de hermanamiento con participantes y voluntarios/as, con distintos sorteos y regalos especialmente pensados para quienes son más jóvenes.