La Federación Nacional de Enfermos Trasplantados y Hepáticos (FNETH), miembro de la ELPA (Asociación Europea de Pacientes de Hígado) y entidad perteneciente a COCEMFE, denuncia que el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha abandonado el barco de la hepatitis C y ha dejado a los pacientes a “sálvese quien pueda” debido a las restricciones con que se están administrando los tratamientos innovadores de triple terapia que curan esta enfermedad, así como la suspensión de un tratamiento de uso compasivo para 5.000 enfermos de hepatitis C que pueden perder la vida si no lo reciben pronto.
Los pacientes enfermos y trasplantados de hígado, de las dieciocho asociaciones españolas integrantes de FNETH, se han reunido este fin de semana en un congreso nacional, donde se ha debatido la aplicación de los tratamientos innovadores que curan la hepatitis C, enfermedad causante de más del 40% de los trasplantes de hígado que se realizan en España.
Al respecto, se ha llegado a varias conclusiones por las que, entre otras medidas, se hace necesaria más que nunca una Estrategia Nacional contra la Hepatitis C, según la siguiente exposición de motivos:
En primer lugar, la Asociación Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) aprobó a comienzos de 2012 los primeros tratamientos innovadores, basados en la triple terapia. Sin embargo, a día de hoy, FNETH ha constatado que aún hay hospitales y autonomías que los siguen limitando o que no los aplican, mientras que otras sí aplican estos tratamientos de forma regular. Después de aprobarlos la AEMPS, cada comunidad ha puesto en marcha un comité para la toma de estas decisiones y que, incluso, algunos hospitales no aplican por falta de recursos.
En segundo lugar, recientemente, la AEMPS aprobó, para pacientes en estado muy grave, con riesgo de perder la vida antes de doce meses, un tratamiento innovador de uso compasivo. Este se ha estado aplicando mientras el laboratorio lo servía de forma gratuita, pero, acabada la gratuidad del laboratorio, el tratamiento ha dejado de aplicarse, a pesar de que son más de 5.000 los pacientes que esperan poder salvar su vida. Por el momento, 1.200 pacientes ya disponen de prescripción médica de los hepatólogos para recibirlo y esperan que la AEMPS llegue a un acuerdo con el laboratorio, pero los meses pasan y el Ministerio no pone interés en acelerar este proceso.
En tercer lugar, los enfermos de hepatitis C están perdiendo la esperanza y pronto la vida. Algunos se salvarán por pertenecer a una comunidad autónoma más sensible que otras y el Ministerio de Sanidad no es capaz de elaborar una Estrategia Nacional contra la Hepatitis C que evite la desigualdad entre iguales, por el hecho de vivir en uno u otro lugar.
La gravedad de la situación requiere de la aplicación de las siguientes medidas urgentes:
1-Una Estrategia Nacional contra la Hepatitis C, que sea extensiva a todas las comunidades autónomas y, dentro de estas, a todos los hospitales, al haberse dado el caso de que algunos aplican los nuevos tratamientos, mientras que otros ponen trabas e impedimentos a su administración.
2-Administrar sin demora, y a todos los pacientes que los necesiten, los tratamientos de triple terapia, disponibles en la actualidad, y que son altamente efectivos, puesto que logran curar la hepatitis C en fases avanzadas (III y IV) en el 70% de los casos.
3-Con carácter urgente, administrar los tratamientos de uso compasivo en los casos necesarios, según criterios clínicos. Estos tratamientos están ofreciendo respuestas de negativización del virus de la hepatitis C (VHC) del 80% en enfermos en situaciones muy críticas y, por tanto, una muy alta posibilidad de salvar la vida.
4-No crear falsas expectativas a los pacientes con promesas de tratamientos futuros, desde diferentes instancias, alegando que ya llegarán y que serán altamente efectivos. Los enfermos deben empezar a tratarse con los fármacos ya autorizados, pues si lo aplazan, a la espera de esos tratamientos, la enfermedad progresa de forma silente y pueden acabar necesitando un trasplante hepático.
En palabras del presidente de FNETH, “necesitamos imperiosamente una Estrategia Nacional contra la hepatitis C. Los pacientes no pueden esperar a tratamientos futuros, por muy efectivos que sean. Tienen que empezar a tratarse con los ya aprobados; debemos curarles con lo que tenemos, porque, si esperan, como la enfermedad no da síntomas, pero progresa, pueden acabar desarrollando cirrosis y un carcinoma irreversible que les lleve a necesitar un trasplante o a perder la vida”.