FAMMA-Cocemfe Madrid ha reiterado a través de un comunicado de prensa que “los comercios que no presentan barreras en sus instalaciones pueden multiplicar sus posibilidades de negocio con respecto a los establecimientos con barreras o no accesibles”.
De entrada, según indica la entidad, cabe reiterar que los establecimientos hoteleros, comerciales o de otro tipo que no tienen barreras pueden dar servicio a las más de 307.880 personas con discapacidad que hay en la Comunidad de Madrid (el 60,28% de ellas con discapacidades de tipo físico), lo que supone una clave en la diferenciación en cuanto al modelo de negocio y una ventaja competitiva importante, teniendo en cuenta que más de 4 millones de personas en España tienen algún tipo de discapacidad.
De estas personas, el 67,2% tienen limitaciones de movilidad. Resulta evidente, por tanto, que la accesibilidad es una oportunidad de negocio importante, porque si un comercio, hotel o restaurante no es accesible, los propietarios de dichos establecimientos pierden un importante número de clientes potenciales que, a su vez, buscarán otros establecimientos sin barreras para acceder a los bienes o servicios que necesitan.
Según ponen de manifiesto estudios internacionales, “hasta el 94% de las personas que planean un viaje o la realización de compras, ya sea para sí mismas, o para una persona que con discapacidad, consideran que la información sobre accesibilidad es importante para ellas y el 81% lo considera como muy importante”.
Cabe resaltar, asimismo, que a las personas con discapacidad se les considera “multiclientes’”puesto que en un gran número de ocasiones viajan y consumen bienes o servicios acompañadas de su asistente personal, familiares o personas cercanas. Además, que un negocio sea accesible también beneficia a otro segmento poblacional importante y numeroso, como es el de las personas mayores.
Según las proyecciones poblacionales del Instituto Nacional de Estadística (INE), el grupo de personas de más de 65 años representará en 2050 un 30,8% de la población, frente al 16,8% de 2005. Además, a juicio de la Federación, es importante reiterar que la accesibilidad no beneficia exclusivamente a las personas con discapacidad, sino que un comercio o establecimiento accesible, ofrece un entorno, producto o servicio más confortable y fácil de utilizar para todas las personas. Por último, asimismo, la adecuación del comercio, restaurante o alojamiento a las necesidades de las personas con discapacidad mejora la imagen de las empresas, ya que se les identifica como comercios “socialmente responsables”.