En términos de la violencia física o sexual, las mujeres con discapacidad perciben a su círculo cercano como potenciales agresores, de acuerdo con el estudio Diagnóstico Participativo sobre la Violencia de Género hacia Mujeres con Discapacidad en República Dominicana que realizó el Círculo de Mujeres con Discapacidad (CIMUDIS), en alianza con la Asociación para la Mediación Social (EQUA), contando con el apoyo técnico de la Red Iberoamericana de Entidades de Personas con Discapacidad Física (La RED) y la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE).
En concreto, el 85% de las mujeres con discapacidad consultadas afirmó que les ha preocupado “siempre” que sus exparejas pudieran atacarlas física o sexualmente o hacerles algún daño, un 16% experimentó “alguna vez” este sentimiento de ser “violentadas” física o sexualmente o de recibir algún daño por parte de un conocido o un amigo, un 5% por parte de pariente o miembro de la familia que no sea su pareja y, por último, un 8% por parte de aquella persona que le presta asistencia personal y a quien no le une otro tipo de vínculo familiar, amistoso o de pareja.
En este estudio han participado 198 personas entre mujeres con discapacidad y representantes de organismos púbicos vinculados a la ruta de atención de la violencia contra las mujeres como de organizaciones privadas de mujeres o que trabajan el tema de la violencia de género en República Dominicana,
Asimismo, aporta otra serie de datos como, por ejemplo, que el 1% de las mujeres encuestadas tenía discapacidad como consecuencia de una situación de violencia de género o que el 14% de las mujeres reportó haber sido agredidas físicamente en algún momento de su vida, el 8% haber sido víctima de algún abuso sexual y el 31% violencia psicológica.
Por último, entre todos los datos, destaca también que el 62% de las mujeres que han sufrido violencia machista no había denunciado la situación, ya sea por no considerarlo “suficientemente grave” como para denunciar (34%) o por el sentimiento de vergüenza (11%), entre los principales motivos.
Ante esto, el estudio recomienda, entre otras medidas, que se incluya en los registros de denuncias la variable discapacidad, desagregando por tipo de discapacidad, así como que se creen políticas públicas nacionales, locales e institucionales que respondan a las necesidades específicas de las mujeres con discapacidad en términos de acceso, calidad y calidez de los servicios de atención a los casos de violencia.