La Asociación Europea de Fibrosis Quística y las asociaciones de 38 países europeos, entre ellas la Federación Española, celebran un año más la Semana Europea de la Fibrosis Quística, del 16 al 22 de noviembre de 2015, con el objetivo de mejorar la calidad y esperanza de vida de las personas que tienen esta patología.
La Fibrosis Quística es la enfermedad genética grave más común en Europa. Es una enfermedad crónica y degenerativa que afecta principalmente a los sistemas respiratorio y digestivo. Se estima que la incidencia en nuestro país es de un caso cada 5.000 nacidos vivos, mientras que uno de cada 35 habitantes son portadores sanos de la enfermedad. En los últimos años se ha avanzado mucho en el conocimiento y tratamiento de la enfermedad pero, a pesar de eso, sigue siendo una patología sin curación.
Con la Semana Europea de la Fibrosis Quística se busca que todas las personas que viven con ella tengan los cuidados necesarios, independientemente del país en el que hayan nacido. Y uno de los pasos fundamentales para ello es conseguir la aprobación del medicamento Orkambi por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
Orkambi es un tratamiento desarrollado por el laboratorio Vertex, que consiste en una combinación de lumacaftor e ivacaftor para tratar la causa subyacente de la fibrosis quística en personas mayores de 12 años con dos copias de la mutación F508D (la más común en España), y que supondría una mejora considerable en la calidad de vida de las personas con Fibrosis Quística.
Actualmente hay unas 40.000 personas con Fibrosis Quística en Europa, pero dependiendo de dónde viven, tienen un pronóstico de la enfermedad diferente. Esto se debe a que la mayoría de niños nacidos con esta patología en algunos países de la Unión Europea tiene un mayor padecimiento de la enfermedad por la falta de diagnóstico y de acceso a la asistencia médica apropiados. Las soluciones para mejorar la calidad de vida y la supervivencia vienen de dar importantes pasos hacia una igualdad en el acceso al tratamiento de calidad en toda Europa. Un diagnóstico temprano, un seguimiento adecuado por parte de los especialistas, una higiene apropiada y un tratamiento correcto y temprano de los síntomas pueden prolongar y salvar vidas, pero también ahorrar gastos de salud suplementarios.
Respecto al medicamento Orkambi, que ya ha sido aprobado en EEUU por la FDA (Agencia de Alimentos y Medicamentos), sabemos que ha recibido una recomendación positiva por parte del Comité de la Unión Europea para los Medicamentos de Uso Humano (CHMP) para su aprobación por la EMA y que el Ministerio de Sanidad español ya ha comenzado a trabajar en el informe de posicionamiento terapéutico.
Por ello, la Federación Española de Fibrosis Quística solicita que la Agencia Europea del Medicamento apruebe cuanto antes este tratamiento y que los trámites en España no se demoren, como ocurrió en el caso de Kalydeco, para que las personas con Fibrosis Quística de nuestro país puedan disponer lo antes posible de esta medicación tan esperanzadora, que podría frenar el avance de la enfermedad en las personas a las que se les suministre.