El albergue juvenil de Santa María de Guía en Gran Canaria será testigo de la celebración de una nueva edición del Campamento CRECE 2016 para niños y niñas con enfermedades renales organizado por la Federación Nacional de Asociaciones ALCER, entidad miembro de COCEMFE, y su asociación provincial ALCER Las Palmas.
Los aspectos psicosociales y la formación estructurada de una forma amena sobre las cuestiones fundamentales de la enfermedad renal crónica serán los objetivos en los ocho días que durará el campamento CRECE del 23 al 30 de junio de 2016.
Para Juan Carlos Julián Mauro, director general del Federación Nacional ALCER y director del Campamento CRECE desde el punto de vista psicosocial estos días de convivencia ayudará a los participantes a adaptarse mejor a la enfermedad, y a una correcta adhesión a los tratamientos. Estar con personas que cómo ellos tienen que vivir con una enfermedad crónica, hace que la experiencia de unos ayude a otros.
Las características del Campamento CRECE les permiten encontrarse en un entorno dónde no tienen que explicar qué les pasa, porqué toman tal o cual medicación y dónde se refuerzan los hábitos saludables y la responsabilidad de la enfermedad.
Además de formarse sobre su patología y manejar sus emociones, los niños y niñas podrán disfrutar de múltiples actividades lúdicas, en las que tendrán la oportunidad de conocer los encantos de la Isla de Gran Canaria, visitando entre otros el Museo de la Ciencia, el teatro Perez Galdós, viajaran en submarino por la Costa de Mogán, tendrán la oportunidad de pasear por la Isla en la guagua turística y por último visitaran las Dunas de Maspalomas situadas en la Playa del Inglés. Por otra parte, tendrán la oportunidad de disfrutar de juegos en los momentos de ocio preparados por los 6 monitores de ocio y tiempo libre que acompañarán a los niños y niñas durante toda la semana.
Mario es uno de los monitores que desde hace algunas ediciones participan en el campamento CRECE. Participó cuando era niño. Mario afirma que le marcaron tanto los años en los que participó en el Campamento CRECE que decidió sacarse el título de monitor para poder colaborar y ver el campamento desde otra perspectiva. En el campamento los monitores tratamos que los niños y niñas se olviden de la sobreprotección familiar por una semana, se diviertan y vivan a tope el campamento.
El equipo de enfermería es fundamental en cada edición del Campamento CRECE un total de 6 enfermeras se encargarán de los cuidados necesarios para que los niños y niñas de ALCER disfruten de buena salud, además de supervisar todos los aspectos médicos de la patología renal, cabe destacar un aspecto fundamental en los niños y niñas con enfermedad renal, el cumplimiento diario de la toma de la medicación, además de supervisar que la ingesta de esta sea la correcta, el equipo de enfermería realizará un importante trabajo para tratar de concienciar a los niños y niñas para que sean responsables con su medicación, un factor muy importante ya que la enfermedad renal crónica les acompañará durante toda su vida.
En este sentido Rebeca Martínez responsable del equipo de enfermería del Campamento CRECE 2016 indica que “solo realizamos el gran trabajo que realizan los padres durante todo el año, sin ser médicos ni enfermeros. Lo más importante es hacer todo esto de manera desapercibida para que los niños disfruten y se diviertan. Y los padres puedan estar tranquilos y liberar un poco sus obligaciones durante unos días. Las enfermeras vamos como voluntarias, en principio vas para vivir una experiencia diferente, por servir de ayuda a esos niños, pero cuando acudes por primera vez, la experiencia es tan bonita que deseas repetir, los niños son muy agradecidos, te llenan de cariño y deseas repetir el año siguiente”.
Tres técnicos de la Federación Nacional ALCER encabezaran la expedición que volará desde Madrid a Gran Canaria, que junto con los técnicos y dirigentes de ALCER Las Palmas se encargarán de la coordinación del campamento.
Para Jesús Molinuevo presidente de Federación, la enfermedad renal crónica en niños es “tremenda” puesto que les va a acompañar durante el resto de sus vidas, necesitando durante su ciclo vital de niños, jóvenes y adultos de más de un trasplante para mantener una calidad de vida adecuada. Además afecta no solo a su propia vida, sino también a las de sus cuidadores y familias.
Tenemos que tener en cuenta prosigue Molinuevo “que se trata de pacientes especiales que tienen que desarrollar su educación, carrera profesional, formar una familia etc., con una patología crónica de alto impacto emocional y con tratamientos altamente invasivos. Para concluir afirma que es importante la realización de Planes Estratégicos que aborden no solo en los aspectos técnicos sino también los aspectos psicológicos y sociales de la misma”.