La Federación Española de Asociaciones de Linfedema y Lipedema (FEDEAL), entidad perteneciente a COCEMFE, pone en marcha en junio una serie de actividades para conmemorar el mes del lipedema y visibilizar esta enfermedad con la que vive más del 20% de la población femenina mundial, lo que se traduce en 616.000.000 personas a nivel mundial.
La patología fue reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2018 e incluida en el Catálogo Internacional de Enfermedades (CIE-11) bajo el código EF02.2 ‘Alteraciones no inflamatorias de la grasa subcutánea’.
El lipedema es una dolencia crónica y degenerativa, de origen genético y con componente hormonal, que no tiene cura. Su diagnóstico suele ser difícil y habitualmente se confunde con linfedema, celulitis u obesidad, ya que sus principales síntomas son la desproporción de brazos y piernas en comparación con el resto del cuerpo, y no responde a dietas convencionales ni ejercicio intenso.
Además, la enfermedad presenta otros síntomas como dolores constantes e incapacitantes, pesadez, problemas circulatorios y hematomas frecuentes, estrechamiento de capilares y daño linfático. En casos avanzados, perjudica gravemente a la movilidad impidiendo que la persona pueda caminar y ser independiente.
El lipedema es una patología poco conocida y a menudo infradiagnosticada e invisible para el sistema de salud, lo que conlleva un diagnóstico y tratamiento tardíos que suele implicar un empeoramiento de la dolencia con problemas físicos y psicológicos. Esta circunstancia, sumada a las barreras sociales a las que se enfrenta este grupo social, fruto de la incomprensión y de que su imagen corporal no responde a los estereotipos preestablecidos, produce en estas personas trastornos de ansiedad, depresión, dismorfia y, sobre todo, trastornos de conducta alimentaria