La Federación Española de Asociaciones de Espina Bífida e Hidrocefalia (FEBHI), entidad perteneciente a COCEMFE, junto con la Dirección General de Derechos de las Personas con Discapacidad, ha presentado una mesa de experiencias sobre el derecho de las personas con discapacidad a vivir de manera independiente, apoyada por el artículo 19 de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Esta actividad sirvió como acción previa al Día Nacional de la Espina Bífida, que se celebrará el próximo 21 de noviembre y contó con la presencia de Jesús Martín, director general de Derechos de las Personas con Discapacidad, quien resaltó que “ha llegado el momento de abrir los armarios” de la Administración para permitir que las propias personas con discapacidad sean los protagonistas de las políticas e iniciativas que se lleven a cabo para el cumplimiento de sus derechos. “Tienen que ser los que decidan dónde y cómo quieren vivir, siempre poniendo a su alcance los recursos y apoyos precisos para ello”, matizaba.
El acto estuvo protagonizado por personas con discapacidad usuarias de viviendas de promoción a la autonomía, quienes compartieron el aprendizaje que supone vivir en recursos de este tipo y cómo les ayuda a enfrentarse a sus miedos y superarlos para avanzar hacia la vida independiente, lo que, según sus palabras, supone una “metamorfosis positiva” si se compara la situación en la que llegan a dichos espacios y los posteriores cambios en su experiencia personal.
A modo de conclusión, la presidenta de FEBHI, Carmen Gil, acompañada de Carmen Antequera, integrante del Consejo Estatal de la Federación, coincidieron en reclamar más ayudas y apoyos para poner en marcha más viviendas de promoción a la autonomía, tanto temporales de transición a la vida independiente, como permanentes para personas que necesitan una supervisión continúa y ya no tienen familiares con los que vivir.
“Esta vía es la mejor manera de conseguir que las personas con discapacidad se integren en las comunidades y en los barrios, y sean una más en la sociedad”. Sin embargo, para lograrlo, Gil enfatizaba en que son precisos grupos de trabajo integrados por representantes de la Administración, las propias personas con discapacidad y los movimientos asociativos que las representan.