La Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad de Madrid (FAMMA-Cocemfe Madrid) felicita a la Policía Municipal de Madrid por su labor de control y vigilancia del uso indebido e ilícito de tarjetas de estacionamiento para Personas con Movilidad Reducida (PMR).
Los agentes de este cuerpo policial han llevado a cabo una operación que ha permitido imputar a 23 personas por falsificar presuntamente tarjetas de estacionamiento para PMR, gracias a las cuales estacionaban en las plazas reservadas al colectivo de personas con discapacidad, en zonas de carga y descarga y de forma gratuita en las plazas del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER).
La Federación se congratula de que las gestiones llevadas a cabo por la Policía Municipal de Madrid hayan dado como resultado la imputación de los presuntos autores del fraude, y reitera que el uso fraudulento e indebido de las tarjetas de estacionamiento para PMR “debe ser siempre perseguido”, pues “perjudica en gran medida la movilidad de cientos de personas que dependen de una plaza de estacionamiento para llevar una vida normalizada”.
Asimismo, FAMMA reitera que la falsificación de las tarjetas PMR es un fraude y supone la comisión de un delito de falsedad documental castigado con penas privativas de libertad. En este caso, los imputados se enfrentan, precisamente, a penas de hasta tres años de prisión por falsedad documental.
Por otro lado, la organización hace una llamada a la ciudadanía para que, en el caso de que detecte la utilización irregular de tarjetas PMR, lo ponga en conocimiento de las fuerzas y cuerpos de seguridad competentes, con el fin de que, como en el caso relatado con anterioridad, se tomen las medidas oportunas para descubrir el fraude, dado que el uso ilícito de estas tarjetas perjudica a miles de ciudadanos que tienen la movilidad reducida y que necesitan de estas plazas para acudir a su trabajo o lugar de estudios y para llevar una vida normalizada.
Por último, la Federación estima preciso que se mantenga la vigilancia policial para detectar aquellos casos en los que se usan las tarjetas PMR de forma ilícita e inadecuada, como cuando los familiares de personas con movilidad reducida emplean esta tarjeta para hacer uso de las plazas PMR de centros comerciales pese a no tener la movilidad limitada o transportar a una persona que sí la tiene.