FAMMA-COCEMFE Madrid ha denunciado que la oficina de Correos emplazada en el número 86 de la calle Guzmán el Bueno, que ha abierto al público recientemente tras un proceso de reforma y remodelación integral, presenta importantes barreras que hacen que las personas con discapacidad y/o movilidad reducida no puedan recibir una atención adecuada y usar las instalaciones con autonomía y privacidad.
Según ha detectado el Gabinete de Accesibilidad Universal y Diseño para Todos de la Federación, las condiciones actuales del local “no cumplen con la legislación vigente respecto a la accesibilidad universal”, dado que la oficina no cuenta con un Punto de Atención Accesible que cumpla los requisitos establecidos en la normativa. Según FAMMA, “independientemente de los plazos que establezca la Ley, es absurdo e incoherente remodelar una oficina de servicio público, añadir incluso algunas medidas de accesibilidad, pero no completar la eliminación de barreras de forma integral”
Asimismo, también incumple la legislación vigente respecto a los servicios prestados en la planta sótano, diferentes a los que se prestan en la planta baja, puesto que no cuenta con un itinerario vertical accesible para que las personas con discapacidad y/o movilidad reducida puedan acceder a ellos. Por todo ello, el Gabinete de Accesibilidad de FAMMA entiende que las personas con discapacidad “no pueden utilizar la citada oficina de Correos en igualdad de condiciones que el resto de personas”, tanto en lo referente a la atención que se brinda en las oficinas como en autonomía.
Tanto es así que si una persona con movilidad reducida necesita hacer uso de los apartados de correos, servicio que se ofrece en la planta sótano, no puede hacerlo con privacidad, puesto que este servicio se ubica en una planta no accesible, y la necesidad de contar con personal de apoyo para acceder a su apartado de correos, además de conllevar un menoscabo importante del servicio, supone una intromisión en la privacidad a la que las personas con discapacidad tienen derecho.
Por otro lado, cabe destacar que existe una mesa auxiliar, con el Símbolo Internacional de Accesibilidad (SIA), pero que, sin embargo, está colocada contra un muro y en ella no se pueden recibir los mismos servicios ni la misma atención que en los otros cuatro mostradores existentes en la oficina, por lo que “no se puede considerar un Punto de Atención Accesible”. La atención personalizada en la misma es imposible, y no cuenta con equipo informático y/o herramientas para la gestión de envíos o recepción de paquetes postales”.
Por último, FAMMA lamenta que, tras una reforma de importante calado en estas oficinas de Correos, no se hayan tenido en cuenta los criterios de accesibilidad mínimos exigidos por ley para garantizar que las personas con discapacidad y/o movilidad reducida puedan usar las instalaciones con las mismas condiciones y garantías que el resto de personas e insta a Correos, un grupo de titularidad pública dependiente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), a que elimine estas barreras.