La Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad de Madrid, (FAMMA COCEMFE Madrid) reclama un plan para la reincorporación en los colegios de la Comunidad de Madrid de los niños y niñas con discapacidad física y/u orgánica. Por ello, la Federación exige proactividad urgente a la consejería de Educación y Juventud de Madrid, para diseñar una hoja de ruta que centre el apoyo y una estrategia de atención para este alumnado con motivo de la COVID-19.
La Federación propone la constitución de una mesa de trabajo con celeridad para articular una estrategia y actuación conjunta que “dé tranquilidad a las familias y estabilidad educativa a los alumnos”.
La entidad denuncia que muchos niños y niñas con necesidades importantes de apoyo educativo no han podido seguir el ritmo necesario para que su formación no se viera perjudicada.
A juicio del presidente de la Federación, Javier Font, “entristece que la propia administración conozca de recursos que podrían utilizar en momentos de crisis como los vividos, y que los ignore por comodidad o falta de empatía”.
Según FAMMA, “no existe un plan que contemple la asignación de profesionales para la atención domiciliaria cuando no haya posibilidad de asistir al centro educativo, ni tampoco dotación de TICs o material educativo accesible y preparado para estos menores. Tampoco la atención emocional o social de estos alumnos está contemplada porque no existe plan”.
Pese a que FAMMA cuenta con un programa educativo de refuerzo para niños con discapacidad física y orgánica, “la Comunidad de Madrid no ha sido capaz de colaborar para la difusión del mismo entre estas familias”. Por ello la Federación ha tenido que buscar por sus propios medios la forma de ponerse en contacto con las familias, que “estaban desesperadas por la falta de apoyos de la consejería de Educación y Juventud”, informa.
Para Javier Font, “las medidas para paliar los efectos del aislamiento por confinamiento, en un colectivo que ya lo sufre sin pandemia, tendrían que ser una prioridad de la Comunidad de Madrid y hasta ahora no lo ha sido”.
La Federación considera que la primera ola de la pandemia ha puesto de manifiesto que el alumnado con discapacidad está en situación de mayor vulnerabilidad, por la suspensión de las clases presenciales en los centros escolares y la falta de atención por la consejería sin seguimientos personalizados.
Además, asegura, muchos de los sistemas de aprendizaje online no están adaptados para alumnos con discapacidad física, lo que supone dificultades añadidas a este colectivo para seguir con su aprendizaje autónomo. “Para gran parte de los alumnos, la pandemia supuso la renuncia, sin otra alternativa, al acompañamiento y la individualización de las enseñanzas con profesionales de apoyo educativo y seguimiento diario, de los que venían disfrutando en cierta medida antes de la pandemia”, explica.
“Los menores con necesidades educativas especiales siempre han estado relegados a un segundo plano, pero durante el confinamiento se ha aumentado la brecha académica porque estos estudiantes no han podido avanzar en su currículo como los demás estudiantes que no precisan de estas ayudas”, añade FAMMA.
El alumnado con discapacidad física y/u orgánica, que en algunos casos ya se enfrentan a un mayor aislamiento social por su discapacidad, ven que con el confinamiento se ha visto incrementado su aislamiento por la disminución de los contactos con compañeros fuera del entorno y horario escolar. Por ello, FAMMA considera una prioridad la atención educativa y psicológica de los estudiantes con discapacidad en circunstancias excepcionales de confinamiento.
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