La Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE) quiere poner de manifiesto, con motivo del Día Mundial de la Infancia, hoy 20 de noviembre, las necesidades más acuciantes de los niños y niñas con discapacidad y sus familiares en nuestro país.
Según el presidente de COCEMFE, Mario García, “los más pequeños de nuestro colectivo se ven inmersos en múltiples situaciones de discriminación que cercenan sus derechos fundamentales como consecuencia sobre todo de la invisibilidad a la que están sometidos, la escasez de apoyos para su autonomía personal y su escolarización, la falta de integración en su entorno y en la sociedad en general, y la sobreprotección familiar”.
“La falta de estadísticas precisas y actualizadas sobre el número de niños con discapacidad, qué discapacidades tienen y la forma en que afectan a sus vidas es un problema que hay que solventar si queremos orientar unas políticas que realmente beneficien a nuestro colectivo”, señala Mario García.
La invisibilidad de este colectivo en nuestro país, queda patente al comprobar que los últimos datos oficiales datan de 2008 y cifran en 140.000 el número de menores de 16 años con discapacidad. Para COCEMFE “esta circunstancia impide que la situación de los niños y niñas con discapacidad de nuestro país sea evaluada”.
Asimismo es necesario concienciar a las propias familias donde hay niños con discapacidad, para que logren superar las mecánicas de sobreprotección familiar y permitan a los menores desarrollar sus propias aptitudes y herramientas para afrontar su especificidad.
En cuanto a la autonomía personal y dependencia, COCEMFE expone la necesidad de que se apruebe el baremo específico para los 1.400 menores de tres años que podrían beneficiarse del Sistema de Atención a la Dependencia, el cual lleva siete años de retraso y se había anunciado para antes de que acabe 2013.
“El baremo para los menores de tres años en situación de dependencia es importante porque serviría para detectar precozmente sus problemas de salud y proporcionarles una atención más personalizada y profesional, con servicios como por ejemplo la fisioterapia o la rehabilitación”, explica el presidente de COCEMFE.
Además, la Confederación considera necesario aumentar el apoyo a la formación académica a través de una política educativa inclusiva real, con el apoyo y los recursos docentes, materiales y económicos necesarios para alumnos y familias. De este modo se actuaría contra los principales problemas para la escolarización en centros ordinarios que todavía existen, como son las dificultades en el desplazamiento hasta los centros, la falta de accesibilidad de las instalaciones, la escasez de monitores y profesores de apoyo en algunos territorios, las elevadas ratios de alumnos por profesor y las insuficientes prestaciones económicas para paliar los sobrecostes que supone tener una discapacidad.
A pesar de que COCEMFE reconoce que el II Plan de Infancia y Adolescencia 2013-2016 recoge gran parte de los principios y objetivos planteados por el sector de la discapacidad para lograr la integración de los menores con discapacidad, también evidencia la falta de actuaciones concretas y reales que persigan este fin.
En este sentido, COCEMFE apuesta por realizar actuaciones dirigidas a cumplir los objetivos marcados dentro del propio Plan de Infancia, que son, entre otros, impulsar la igualdad de oportunidades entre niños con discapacidad, la cooperación entre los agentes involucrados en su cuidado, educación y desarrollo integral, la promoción de la salud y la prevención de enfermedades desde la infancia, la participación de los menores con discapacidad en los estudios de opinión y en las estrategias de las corporaciones locales y del movimiento asociativo, promover el derecho al juego en entornos que no discriminen y que todos los juguetes sean accesibles para los niños con discapacidad.