La Confederación Gallega de Personas Con Discapacidad (COGAMI) y su área Sociosanitaria, representada por 23 entidades que atienden diversas patologías, continúa con las acciones de la campaña de sensibilización #SomosCogami con la que se quiere dar visibilidad a las personas con discapacidad orgánica que representan el 9% del total de la población.
En este mes de abril y coincidiendo con la conmemoración del Día Mundial del Paciente, la entidad ha querido impulsar la correcta intervención sociosanitaria para que las personas con discapacidad orgánica puedan mantener una vida en igualdad de condiciones al resto de la sociedad, razón por la que instan a la Xunta de Galicia a poner en marcha el nuevo baremo del grado de discapacidad.
En muchas ocasiones, los servicios de valoración de discapacidad no reconocen oficialmente discapacidades orgánicas por carecer de un baremo de valoración equitativo, justo y que cumpla con los criterios de la Clasificación Internacional del Funcionamiento de la Discapacidad y de la Salud (CIF). Por este motivo, y a pesar de las severas limitaciones que provocan, las personas con discapacidad orgánica no pueden ver reconocidos todos los derechos en igualdad de condiciones que las personas con otro tipo de discapacidad.
La falta de información y visibilidad de las discapacidades orgánicas tienen como consecuencia situaciones en las que no se reconocen las limitaciones que tienen estas personas. Por eso, desde COGAMI se le recuerda a la Xunta que la puesta en marcha del nuevo baremo, previsto para finales de abril, supone el reconocimiento de derechos para garantizar el acceso a prestaciones de vital importancia. “La discapacidad orgánica es una de las más invisibilizadas porque la enfermedad no se ve, no se presenta de una única forma y muchas de las veces cursa por brotes, se agrava en el paso del tiempo o la actividad de la persona. Todo esto nos ocasiona mayores problemáticas a las personas con este tipo de discapacidad, porque lo que no se ve ni se escucha ni existe, no se reconoce ni se le presta apoyo para que ejerza sus derechos en igualdad de condiciones al resto de la ciudadanía”, explica Laura Quintas, coordinadora del área Sociosanitaria de COGAMI.
El baremo del grado de discapacidad, que regula a través del Real Decreto 1971/1999, de 23 de diciembre, de procedimiento para el reconocimiento, declaración y cualificación del grado de discapacidades, es la herramienta que califica las dificultades que tiene una persona con una determinada condición o enfermedad para desarrollarse en igualdad. Dicha calificación permite, a través del certificado de discapacidad, la entrada a una serie de derechos como el acceso a servicios sociosanitarios y al empleo a través de la reserva de plazas, beneficios fiscales y en el transporte, prestaciones económicas, ayudas en los programas de alquiler de viviendas o el bono social de la electricidad.
“El baremo actual quedó obsoleto y desfasado, no recoge enfermedades como las reumatológicas, las que cursan con brotes o las que causan fatiga y dolor, entre otras muchas”, explica Laura Quintas, quien añade que “por eso urge que se active lo antes posible el nuevo baremo aprobado en octubre del 2022, después de diez años de grupos de trabajo, con una carencia de seis meses para que las comunidades autónomas se organizaran para el cambio de modelo de valoración”.
Además, el nuevo baremo supone un modelo adaptado a la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas porque contempla la interacción de cada persona con su entorno y la prestación de apoyos personalizados.