La Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE) quiere poner de manifiesto, con motivo del Día Europeo de la Juventud, el 8 de noviembre, la necesidad de que las diferentes administraciones e instituciones involucradas en la educación de las personas con discapacidad proporcionen los apoyos necesarios para alcanzar una verdadera educación inclusiva.
“Las Comunidades Autónomas deben legislar para adaptar sus normas a la educación inclusiva recogida a nivel nacional en la Constitución, la Convención de Discapacidad de Naciones Unidas y las leyes orgánicas de educación. Todas ellas establecen el derecho a una educación inclusiva en todos los niveles de enseñanza, a proporcionar por las instituciones educativas y el profesorado”, apunta Mario García, presidente de COCEMFE.
Esta variedad normativa ha quedado unificada en la Ley General de los Derechos de las Personas con Discapacidad y de su inclusión social, aprobada en 2013, que recoge la educación inclusiva y obliga a prestar una atención a la diversidad de las necesidades educativas del alumnado con discapacidad, mediante la regulación de apoyos y ajustes razonables para la atención de quienes lo precisen.
El presidente de la Confederación hace un llamamiento a las Comunidades Autónomas para “que renueven sus leyes educativas para proporcionar los apoyos que deben y pueden dar a los jóvenes de nuestro colectivo en lugar de imponer límites a su desarrollo personal y profesional”.
Asimismo, COCEMFE espera que el Sistema Nacional de Garantía Juvenil, aprobado este año por el Gobierno y con medidas de acción positiva en favor de los jóvenes con discapacidad, ayude a paliar las situaciones de exclusión laboral a las que se enfrenta, como demuestran las tasas de inactividad y de desempleo más elevadas; en gran parte, como consecuencia de las deficiencias de nuestro sistema educativo y la falta de apoyos estructurales que han padecido a lo largo de su etapa escolar.
En este sentido, la entidad considera que para lograr la emancipación tanto económica como familiar de los jóvenes de nuestro colectivo, aparte de más apoyos educativos y fomentar su primer empleo, habría que implantar políticas efectivas de apoyo y acceso a la vivienda y luchar contra las mecánicas de sobreprotección familiar.
“En este Día, no podemos olvidar otro objetivo que deben marcarse las políticas juveniles es acabar con el tabú que supone el desarrollo afectivo-sexual del colectivo. Hay que crear y sistematizar políticas desde el ámbito de la salud y la educación que desmitifiquen y hagan accesible la información sobre este tema y dotar a los padres desde edades tempranas de herramientas para trabajar con sus hijos, evitando así casos de negación de algo natural”.