La Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE) ha puesto de manifiesto la importancia de que el transporte sea inclusivo para las personas con discapacidad y además se garantice la cadena de la accesibilidad desde el lugar en el que parte la persona con discapacidad hasta el mismo transporte.
Así se lo ha defendido el presidente de COCEMFE, Anxo Queiruga, durante su intervención en la Jornada Virtual Movilidad Inclusiva: Retos y Oportunidades en el Año Europeo del Ferrocarril, donde ha señalado que “la última macroencuesta sobre discapacidad en España, de 2008, apuntaba que el 58,14% de las personas con discapacidad encontraban dificultades para utilizar el transporte público”.
“Este porcentaje ha mejorado gracias a los diferentes planes puestos en marcha, aunque también es cierto, que depende mucho de cada ciudad y de cada tipo de transporte”, ha explicado Queiruga, al tiempo que ha detallado que “hay ciudades que tienen sus transportes mucho más accesibles que otras”, puesto que “las zonas rurales son los lugares donde menos está llegando la accesibilidad, igual que ocurre en el transporte aéreo, los autobuses interurbanos o los transportes metropolitanos más antiguos”.
En este sentido, ha hecho hincapié en que “llevamos casi 40 años haciendo este tipo de reivindicaciones sobre la accesibilidad y aunque se ha mejorado en algunos aspectos, tenemos un enorme margen de mejora”, por lo que “tenemos que dejar de pensar en el futuro y conseguir que las personas con discapacidad ahora dejemos de encontrarnos barreras y vulneración de nuestros derechos”.
En concreto, Queiruga ha afirmado que las claves para garantizar esta accesibilidad son “el cumplimiento escrupuloso de la ley que garantice nuestros derechos” y contar con “recursos económicos, que permitan realizar todas las obras necesarias para conseguirlo”.
En relación al transporte ferroviario Queiruga ha apuntado los principales retos para garantizar la cadena de accesibilidad: “Ampliar la accesibilidad universal y el servicio de atención en estaciones más pequeñas, en zonas rurales y en los servicios de Cercanías; igualdad en el uso de todos los servicios, elementos, flota, accesos, lo que incluye por ejemplo ventanillas de información, aseos, cafetería, tiendas; facilitar que las personas usuarias de silla de ruedas puedan viajar juntas en un mismo convoy, y tener en cuenta a las personas con movilidad reducida cuando se producen incidencias e imprevistos en los trayectos (como obras o averías) y se establecen alternativas de transporte”.
Por todo ello, el presidente de COCEMFE ha optado por “la colaboración de todos los agentes implicados, incluyendo de forma prioritaria el diálogo con las organizaciones de personas con discapacidad” y ha remarcado que “tanto COCEMFE como todo nuestro Movimiento Asociativo siempre estamos a disposición de cualquier administración, institución o empresa para trabajar conjuntamente”.
“Para que participemos de manera activa en la sociedad es necesaria una movilidad inclusiva, que pasa por el conocimiento de nuestra realidad y un diseño universal que dé respuesta a las necesidades de todas las personas; además de facilitar que nuestro grupo social contribuya a reducir la huella de carbono utilizando el transporte público”, ha concluido Queiruga.