La Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE) reitera la necesidad de priorizar en la Estrategia de vacunación frente a la COVID-19 en España al entorno de cuidados no profesionales de personas con discapacidad y/o situación de dependencia como familiares y convivientes, incluyendo a madres y padres de menores con discapacidad.
Tras comprobar que la Actualización de la Estrategia de vacunación nº 6, publicada ayer, continúa sin contemplar esta reivindicación realizada por COCEMFE y su Movimiento tras la actualización previa, a la que se han sumado diferentes sociedades científicas, la Confederación considera imprescindible priorizar su vacunación por el acusado factor de riesgo que supone no hacerlo.
Actualmente, la estrategia de vacunación incluye dentro de los grupos priorizados por sus condiciones de alto riesgo a las personas en situación de dependencia, así como a las personas cuidadoras profesionales y a las y los asistentes personales, dejando fuera al entorno familiar y de cuidados no profesionales de personas con discapacidad a pesar de que también mantienen un contacto muy estrecho y continuado.
“Dejar fuera de los grupos prioritarios en la vacunación a las familias y convivientes de personas con discapacidad en situación de dependencia es una medida discriminatoria, que además implica un mayor riesgo y pone en peligro la continuidad de los cuidados de las personas más vulnerables de nuestro grupo social”, afirma el presidente de COCEMFE, Anxo Queiruga.
Por ello, COCEMFE insiste en la necesidad de que la estrategia de vacunación tenga en cuenta no solo las condiciones de la persona, sino también su situación, es decir, el modo de vida que tiene la persona en cuestión y qué actividades tiene condicionadas por su discapacidad, como ocurre con los cuidados no profesionales.
COCEMFE lamenta que en la última actualización no se hayan incorporado otras de sus peticiones, como son la priorización de las personas con mayor exposición al contagio debido a la frecuencia de visita a hospitales y centros sociosanitarios, donde hay mayores contagios, o personas con necesidad de apoyo de terceras personas; así como a las personas con discapacidad física y orgánica que están experimentando un agravamiento del estado de salud general durante la pandemia debido al aplazamiento y retraso en citas, pruebas médicas y diagnósticos y a la falta de tratamientos.
De igual modo, la Confederación recuerda que, a pesar de haberse priorizado a personas algunas de las personas de mayor riesgo de este grupo social reivindicadas por COCEMFE, como las personas con trasplante o en lista de espera, en tratamiento renal sustitutivo, con enfermedad oncohematológica, con cáncer de órgano sólido, con inmunodeficiencias primarias, con trasplante de progenitores hematopoyéticos o con VIH, todavía no lo han sido otras discapacidades o enfermedades de mayor riesgo y exige su incorporación en la próxima actualización de la estrategia de vacunación. Es el caso de las personas que no están trasplantadas, pero tienen enfermedades que en caso de contagio tienen un mayor riesgo, como enfermedades neurológicas, ELA, enfermedades metabólicas, fibrosis quística, enfermedades respiratorias, cardiopatías, personas con esclerosis múltiple, con enfermedades reumatológicas, artritis, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa y coagulopatías.
Por último, COCEMFE insiste en la necesidad de trabajar conjuntamente con el Ministerio de Sanidad y se pone a su disposición para aportarle toda la información y colaboración que precise sobre los grupos más vulnerables ante la COVID-19 a los que representa.