La Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE) ha celebrado este jueves la masterclass ‘La importancia de la arquitectura en la educación y convivencia’ con la participación de Marta Barbero Calderón y Mónica Ruiz-Roso Luna, arquitectas de La Urdimbre, y Abel González García, director del Departamento de Criminología de la UDIMA.
El secretario de Accesibilidad y Vida Independiente de COCEMFE, Ramón Salas, ha inaugurado esta última masterclass de 2022 que, además, cierra el ciclo sobre un tema de interés general para el Movimiento Asociativo como es el de la accesibilidad. En esta ocasión, tal y como ha expresado Salas, desde COCEMFE “hemos querido poner el foco en la arquitectura y la accesibilidad dentro de los espacios educativos como herramienta clave para lograr el principio de una educación inclusiva”.
Con esta Materclass, ha incidido Salas, desde COCEMFE “abrimos un espacio de reflexión sobre la convivencia en los centros educativos desde la premisa de que los espacios generan emociones y facilitan o inhiben comportamientos”. “Por ello, debemos identificar las posibilidades que el replanteamiento de los espacios arquitectónicos nos ofrece para favorecer la participación, la inclusión y la mejora de las relaciones interpersonales”, ha añadido.
Salas ha recordado que la educación, según la Convención sobre los derechos de las Personas con Discapacidad, debe “desarrollar al máximo la personalidad, los talentos y la creatividad de las personas con discapacidad, sus aptitudes mentales y físicas” y “hacer posible que las personas con discapacidad participen de manera efectiva en una sociedad libre”.
“Desde COCEMFE defendemos la idea de que los centros educativos deben ser espacios seguros que garanticen la equidad y velen por que el alumnado más vulnerable disponga de las mejores condiciones para el aprendizaje y el cuidado de su salud”, ha concluido.
En esta jornada, las arquitectas de La Urdimbre, Marta Barbero Calderón y Mónica Ruiz-Roso Luna, han desgranado cómo incide la arquitectura en la educación y convivencia en los centros educativos.
En este sentido, Marta Barbero ha manifestado que “en los últimos años se han producido cambios a nuestro alrededor que han originado transformaciones sociales, económicas y tecnológicas. Sin embargo, estas actualizaciones se están desarrollando más lentamente en los centros educativos”.
Barbero ha contado que “el entorno condiciona nuestro comportamiento y nuestra manera de sentir y comprender lo que nos rodea”. Por ello, Barbero ha afirmado que es necesario que “el entorno escolar sea entendido como un elemento fundamental en el aprendizaje del alumnado”. “Los sistemas educativos actuales centralizan el aprendizaje de manera casi exclusiva en el aula. Sin embargo, gozamos del privilegio de aprender en múltiples espacios, traspasando las paredes del aula”, ha añadido.
La arquitecta ha explicado el concepto del ‘tercer profesor’, que se refiere al ambiente como un espacio que influye en el proceso de aprendizaje. Partiendo de esta idea, unida a la evolución en los métodos de enseñanza que dan mayor protagonismo al alumnado, Barbero incide en que “estos espacios deben ser repensados y reestructurados para convertirlos en entornos dinámicos, flexibles, para que se adapten a las necesidades pedagógicas, tecnológicas y del alumnado”.
Por su parte, la arquitecta Mónica Ruiz-Roso Luna ha hablado sobre la transformación del patio como herramienta educativa. “Los centros educativos deben preparar a los alumnos a vivir en comunidad, relacionándose en igualdad, respeto y solidaridad. Motivo por el que los centros deben cuidar los espacios comunes, como los patios, ya que es el lugar donde el alumnado se relaciona y convive con mayor grado de libertad. En edades tempranas, incluso, es el primer espacio público donde niños y niñas aprenden a socializar”, ha manifestado.
Por último, ha intervenido Abel González García, director del Departamento de criminología de la UDIMA, para hablar sobre cómo se evalúa la convivencia a través del análisis de los espacios. La criminología, según ha explicado, “es una ciencia social cuyo objeto es analizar los problemas de convivencia, de conducta social y delictivos a todos los niveles, tanto macro como micro, como sería en los colegios”. Esta ciencia “analiza todas las etapas de la de la vida y situaciones, cómo van influyendo en el ámbito situacional que también vienen dadas por el lugar en el que estamos”, ha añadido.
González también ha hablado sobre cómo la aplicación de la criminología en la prevención de las conductas delictivas se aplica de manera longitudinal a lo largo de la vida de las personas. De esta manera, ha aseverado, “se ha detectado que existe una relación entre el desarrollo de las carreras delictivas y sus conductas dentro de los centros educativos. Por tanto, las carreras delictivas están relacionadas con el acoso o ciber acoso dentro de los centros educativos”.
Por otra parte, Abel González ha contado que para la prevención delictiva se realiza el análisis situacional, que se consigue entre otros métodos con el diseño arquitectónico. “El diseño del espacio influye para la prevención de la delincuencia”, ha asegurado.
En este sentido González ha explicado que el diseño de los espacios puede influir en las conductas antisociales, en las que tiene que existir un agresor, al que se puede desmotivar; una víctima propicia, a la que se puede empoderar con el diseño de los espacios; y aumentar los guardianes o controles sociales, tanto formales como informales, y la vigilancia natural.
De esta masterclass, como mencionaba Ramón Salas, se desprende “la importancia de trabajar desde diferentes perspectivas como es la arquitectura y la criminología para analizar y transformar la realidad, en este caso, los espacios educativos y cómo debemos abrir los horizontes a la búsqueda de sinergias para conseguir la consecución de los derechos que defendemos desde el Movimiento Asociativo”.
Esta Masterclass forma parte del Plan de Formación 2022 de COCEMFE, financiado por Fundación ONCE, que tiene como objetivo responder a las necesidades de las personas con discapacidad física y orgánica y su Movimiento Asociativo, fortalecer el cumplimiento del propósito de la organización y proporcionar herramientas al personal técnico, directivo y voluntario de las mismas para la mejora del desempeño de sus labores profesionales.