En la nueva sociedad digital que está por venir no puede haber barreras de ningún tipo, especialmente aquellas que pone la propia población. Su eliminación pasa por la visualización, normalización y la integración en el mercado laboral, a través de iniciativas de formación, de las personas con discapacidad. Así lo entiende y así lo ha expresado el presidente de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE), Anxo Queiruga Vila, durante su intervención en el evento ‘Futuro Singular Bilbao. Apuntes de neurociencia, genómica y datos masivos’, celebrado hoy en el Palacio Euskalduna Jauregia de la ciudad. Una jornada que ha servido de punto de encuentro y reflexión sobre el futuro tecnológico que se acerca para expertos/as en ciencia, tecnología y líderes sociales, organizada por la asociación ATAM en colaboración con la Diputación Foral de Bizkaika y la Alianza Española de Enfermedades Neurodegenerativas.
“Nuestra Confederación y nuestras entidades miembros deben ser capaces de influir en los marcos regulatorios de esta nueva sociedad y ayudar a construir espacios de diálogo francos, donde cada actor sepa cuál es su papel, cuál debe ser su voz y, por supuesto, cuál es su representatividad”, ha sostenido el presidente de COCEMFE.
En el marco de ‘Futuro Singular’, el presidente de COCEMFE ha participado en la mesa redonda ‘El papel de las organizaciones sociales en un futuro tecnológico’, en la que se ha debatido sobre la necesidad de que se produzca un cambio de mentalidad en estos colectivos, para prestar a las personas los apoyos que les permitan cumplir sus objetivos vitales. En opinión de Queiruga, las entidades sociales “deben repensar cuál es su competencia clave, aquello en lo que de verdad generan valor y para lo que socialmente son valiosas”, y apostar por ello y enfocar hacia esa competencia clave todo su trabajo y esfuerzo.
Por lo tanto, “como paso preliminar, deberíamos ser capaces de construir sistemas de recopilación de información y de saber qué variables debemos estudiar, cuáles son las que importan de verdad a quienes nos debemos”, entiende Anxo Queiruga. Para conseguir este objetivo, el líder de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica considera necesario construir “métricas robustas, repetibles y comparables, que permitan de manera transversal y respecto a otros colectivos sociales, comparar necesidades y plantear a quienes gobiernan qué cambios son necesarios”.
Para estar listas para el futuro tecnológico que ya está en camino, las organizaciones sociales deben “empezar a trabajar en un sistema que se basará no en el salario, sino en la renta; donde las personas con discapacidad proyecten su formación y ciclo personal desde una perspectiva de autonomía personal y libre desarrollo de su personalidad. Y donde tendremos que construir una red de seguridad para que esta transición de salario a renta y antiguos perfiles de empleados a nuevos no deje a nadie en el camino. Y, desgraciadamente, y la historia así lo dice, son las personas con discapacidad las que primero se han quedado en el camino”, ha concluido Anxo Queiruga.