El Plan Estratégico Nacional para el Abordaje de la Hepatitis C fue aprobado ayer “por unanimidad” por las comunidades autónomas. Así lo precisó el ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, al término de la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Alonso se mostró orgulloso por haber logrado la aprobación de este plan, que tratará a 52.000 enfermos y tendrá un coste total de 727 millones de euros. “Hará que toda Europa nos mire porque somos un país pionero en afrontar esta enfermedad”, señaló el ministro, al tiempo que precisó que las autonomías se reunirán el próximo 20 de abril con el Ministerio de Hacienda para gestionar la financiación de estos nuevos fármacos.
En un principio Hacienda se hará cargo de la factura, que luego pagarán las comunidades autónomas a través de créditos a 10 años en condiciones “muy favorables” y con intereses muy bajos.
A esta propuesta de financiación, se sumarán todas las comunidades, excepto País Vasco, que por el momento ha rechazado beneficiarse de este crédito a coste cero el primer año, aunque ha solicitado un encuentro con el departamento de Cristóbal Montoro, informó Efe.
Alonso aseguró que los comités evaluadores de las comunidades autónomas que autorizan los tratamientos con los medicamentos innovadores están desapareciendo puesto que el Plan contempla que sean exclusivamente los médicos los que decidan qué enfermos los reciben.
El ministro no ha podido concretar si los cerca de 52.000 pacientes van a poder ser tratados este año con los nuevos fármacos, cuyo coste Sanidad ha negociado con los laboratorios para que su descienda en función del número de unidades que se vayan comprando.
Desacuerdo con la financiación
Al término de la reunión con el ministro que se ha prolongado durante más de cuatro horas, el consejero de Sanidad de Asturias, Faustino Blanco, se mostró satisfecho por la aprobación del plan técnico para la hepatitis C aunque criticó que el Gobierno abandone a las comunidades autónomas en materia de financiación.
“Es plan es una mera declaración de intenciones, al no dotarlo de una memoria económica realista en la que se detalle no sólo cómo se financiará el gasto en tratamientos de las comunidades autónomas, sino también el resto de costes estructurales resultantes de su puesta en marcha”, afirmó el consejero, al tiempo que criticó que el Gobierno se presente como el que “resuelve”, mientras “otros pagan”.
Por su parte, la consejera de Salud, María José Sánchez Rubio, ha reiterado sus críticas a que no haya un fondo global para la financiación de los nuevos medicamentos y que ésta “recaiga en los hombros de las comunidades autónomas”. “Es un gran esfuerzo presupuestario que tendría que valorarse en un proyecto global de financiación”, ahondó Sánchez Rubio, reiterando “la necesidad de que haya un fondo específico”.