La Confederación de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Barcelona (COCEMFE Barcelona) ha puesto en marcha la campaña ‘No somos invisibles’ bajo el lema ‘Tú no la ves, pero existe’ con el objetivo de visibilizar la discapacidad orgánica y denunciar las distintas discriminaciones a las que tienen que hacer frente las personas con este tipo de discapacidad.
Una iniciativa que cuenta con el apoyo de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) que ha sumado esfuerzos con la Federación para dar a conocer la diversidad de la discapacidad. En este sentido, Fundación TMB ha cedido varios espacios para difundir 10.000 octavillas en la red de Transporte Metropolitano, así como el despliegue del cartel oficial de la campaña en 12 espacios entre las paredes divisorias de las vías del metro. Del mismo modo, el vídeo central de la campaña se está emitiendo en las pantallas de las estaciones de metro. Todo esto, con la voluntad de socializar el símbolo de la discapacidad orgánica e informar que la accesibilidad universal contempla la diversidad de la discapacidad, más allá de la discapacidad física. Esta campaña es fruto de las demandas de las entidades federadas de COCEMFE Barcelona que precisan reivindicar el reconocimiento oficial y social de la discapacidad orgánica, razón por la cual, la entidad considera prioritario continuar con la difusión de la campaña, y lo hará a través de las redes sociales de la Federación y de las propias entidades. En concreto, la iniciativa consta de infografías con testimonios de personas con discapacidad orgánica, así como de entrevistas a médicos de renombre que tratan las enfermedades que generan este tipo de discapacidad. Con estos contenidos la Federación quiere sensibilizar a la ciudadanía, las administraciones, el Gobierno, profesionales de la salud y todos los sectores de la sociedad en general, para que “abran los ojos ante una discapacidad ‘invisible’que hace que las personas que la tienen, sientan que no existen para el sistema”.
La discapacidad orgánica es una discapacidad física, en este caso producida por la pérdida en la funcionalidad en uno o varios sistemas del cuerpo (de forma generalizada o localizada en órganos específicos), debida al desarrollo de condiciones de salud crónicas y por la existencia de barreras sociales que limitan o impiden la participación social plena y el ejercicio de derechos y libertades en igualdad de oportunidades. Es una discapacidad invisibilizada que conlleva tratamientos, cuidados y síntomas muy intensos, puede abarcar diferentes enfermedades, trastornos o síndromes y, generalmente, suelen desarrollar comorbilidades y pluripatologías. Es el caso de enfermedades renales (riñón), hepáticas (hígado) cardiopatías (corazón), fibrosis quística (pulmones), enfermedad de Crohn y enfermedades metabólicas (aparato digestivo); Linfedema (sistema linfático), hemofilia y coagulopatías (coagulación de la sangre), lupus (sistema inmune); cefaleas, migrañas, alzhéimer, párkinson, trastornos del sueño, fibromialgia o síndrome de fatiga crónica (sistema nervioso central), entre otras muchas más.
Ambos tipos de discapacidad no son excluyentes, ya que, por ejemplo, una discapacidad orgánica puede derivar en una discapacidad física por su intensificación, o coexistir ambas.
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