La Comisión ha lanzado una consulta sobre sanidad móvil en la que pide colaboración para encontrar vías de mejorar la salud y el bienestar de los europeos mediante el uso de dispositivos móviles, tales como teléfonos móviles, tabletas, dispositivos de monitorización de pacientes y otros aparatos inalámbricos.
La salud móvil abarca la práctica médica y sanitaria pública apoyada por dispositivos móviles, como los teléfonos inteligentes, las tabletas y otros dispositivos inalámbricos, incluidas las aplicaciones de bienestar y estilo de vida conectadas a productos sanitarios y sensores. Si se desplegara todo su potencial, la sanidad móvil podría recortar los costes sanitarios de la UE por un importe de 99.000 millones de euros de aquí a 2017, según estima la UE.
La sanidad móvil tiene un gran potencial, ya que proporcionará a los ciudadanos los medios necesarios para gestionar su propia salud y mantenerse sanos más tiempo, mejorará la calidad de la asistencia sanitaria y el confort de los pacientes y ayudará a los profesionales de la salud en su trabajo. Así pues, la búsqueda de soluciones de sanidad móvil puede contribuir al desarrollo de unos sistemas sanitarios modernos, eficientes y sostenibles. También se prevé que reduzca las costosas visitas al hospital, ayude a los ciudadanos a hacerse cargo de su propio estado de salud y bienestar e impulse una sanidad centrada en prevenir en vez de curar. Constituye asimismo una gran oportunidad para el floreciente sector de las aplicaciones y para los emprendedores.
Casi 100.000 aplicaciones de sanidad móvil están ya disponibles en numerosas plataformas, tales como iTunes, Google play, Windows Marketplace o BlackBerry World. Las veinte aplicaciones gratuitas más populares de deporte, mantenimiento físico y salud registran ya 231 millones de descargas a nivel mundial.
En 2017, 3.400 millones de personas en el mundo tendrán un teléfono inteligente, y la mitad de ellas utilizará aplicaciones de sanidad móvil. Si se desplegara todo su potencial, la sanidad móvil podría recortar los costes sanitarios de la UE por un importe de 99.000 millones de euros de aquí a 2017.