El Gabinete de Accesibilidad y Diseño Universal de FAMMA-Cocemfe Madrid ha detectado graves incumplimientos en materia de accesibilidad en los recién estrenados servicios de pago de la estación madrileña de Atocha, cuya gestión fue asumida por la empresa holandesa “2theloo” después de que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) se la adjudicase por un período temporal de siete años.
Los profesionales del citado gabinete han constatado que estos servicios, que han sido remodelados de forma integral y han sido inaugurados el pasado día 11 de noviembre de 2013 por el embajador de los Países Bajos en España, Cornelis van Rij, y por el manager general de la firma “2theloo” en España y Portugal, Niels Bakker, incumplen gravemente los preceptos legales sobre accesibilidad universal y diseño para todos.
En este sentido, cabe destacar que los sanitarios accesibles, que se encuentran en una zona compartida denominada “familyroom” a la que deben acceder también personas con necesidades muy dispares, como progenitores con niños y madres lactantes, no tienen en cuenta en modo alguno los estándares óptimos de accesibilidad para que puedan ser usados por personas con discapacidad y/o movilidad reducida.
Precisamente, a juicio de los expertos del gabinete, constituye “un atentado” en materia de accesibilidad que una misma sala, sin ningún tipo de orientación e indicación clara, se destine a cubrir las necesidades de colectivos con necesidades tan distintas y que, en cualquier caso, la sala de lactancia o sala destinada a padres con niños debería de estar separada de la zona o aseo accesible para personas con discapacidad. Asimismo, cabe mencionar que los retretes no facilitan la aproximación de las personas en silla de ruedas ni cuentan con el espacio lateral suficiente para que puedan ser usados por ellas.
De igual modo, los lavamanos tampoco facilitan su uso por parte de las personas con discapacidad y/o movilidad reducida, al ubicarse elementos cercanos a ellos que impiden su uso por parte, por ejemplo, de los usuarios de silla de ruedas y también debido a que la grifería no es de uso fácil para las personas con la movilidad restringida en los miembros superiores. Es reseñable también que se ubicase un extintor de incendios en un lugar inadecuado, justo detrás de la puerta de acceso a la citada “familyroom”.
FAMMA-Cocemfe Madrid tilda de “lamentable” que no se haya supervisado adecuadamente todo el proceso de remodelado de estos servicios para que fuesen plenamente accesibles para las personas con discapacidad y/o movilidad reducida y, en cualquier caso, entiende que la firma adjudicataria del contrato de gestión de ADIF no se ha preocupado en modo alguno por cumplir con los preceptos establecidos en materia de accesibilidad, bien sea por omisión o falta de asesoramiento, al margen de la responsabilidad que pueda o no tener ADIF en este caso.
Por último, pese a todo, la Federación duda de que en el pliego de condiciones del contrato se hayan especificado de forma oportuna todos los requisitos en materia de accesibilidad que tendría que cumplir la firma y que, de haberse hecho, sería lamentable que no se hubiesen respetado.